Es una vieja historia que tiene varias versiones,
entre ellas la denominada como “dilema del mandarín chino” atribuido a Rousseau,
y que encuentra sus raíces en el “anillo de Ciges” de Platón, el anillo de
invisibilidad. La oportunidad de llevar a cabo una acción sin
tener que responder ante nadie de sus consecuencias. Un asesinato sin sangre,
sin conocimiento de la víctima, pero que reportará enormes beneficios al
asesino. Alejandro Casona, gran
dramaturgo español, escribió la suya propia: La barca sin pescador. Aquí
puedes ver la escena central de la obra, el momento en el que “el caballero
negro” ofrece ese trato tan ventajoso. El
debate está servido. Por cierto, si
quieres averiguar el resto de la historia, tendrás que hacerlo por ti mismo/a. Pues, nosotros, no te la vamos a contar.
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