¿Un entorno inadecuado, negativo, unas circunstancias difíciles, pueden transformar a una persona buena en un ser violento y peligroso? Philip Zimbardo ideó el llamado experimento de la cárcel de Stanford como si de un juego teatral se tratara. Estudiantes universitarios tenían que interpretar un papel durante unas semanas: policía o prisionero. Como puedes comprobar en esta entrevista retrospectiva, los resultados superaron las previsiones más pesimistas y algo muy profundo sacudió la historia de
No hay comentarios:
Publicar un comentario